La salud es un derecho. Esto significa que todas las personas deberían tener acceso a esta de manera digna y oportuna.
La ministra de la Mujer y Equidad Género, Antonia Orellana, anunció el ingreso de un proyecto de ley sobre despenalización del aborto con plazos por lo que el debate al respecto nuevamente se hizo público y es necesario asumirlo con altura de miras y garantías de acceso a información sin sesgo.
En este contexto es imperativo que los medios de comunicación comprendan que su rol en este debate público es comunicar la discusión sobre el proyecto de ley y fomentar el pensamiento crítico que nos permita repensar el acceso a la salud como una garantía que beneficia a una gran cantidad de la población chilena que son las mujeres, niñas y adolescentes.
Cuando los medios abordan este debate, se retoma en el espacio público un tema demandado por las mujeres de este país por más de 30 años de manera constante. De hecho, hace 20 años se realizó la campaña llamada “El Pañuelazo” que convocaba a las mujeres a debatir sin miedo sobre la despenalización del aborto que es practicado año a año por miles de personas de todas las clases sociales y en silencio en nuestro país.
A 8 años de que en Chile se promulgará la Ley 21.030 que Regula la Despenalización del Aborto en Tres Causales, sigue existiendo sesgo y falta de apertura de los medios de comunicación para cumplir con los roles que les corresponde como agentes de transformación y cambio social que son informar sobre el proyecto de ley, promover su discusión, abordarlo desde el enfoque de derechos humanos, facilitar el acceso a la información, combatir la desinformación y reforzar la defensa de los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes.
Los medios de comunicación deben estar a la altura de un país cuya democracia se fortalece cada día y que entre todos y todas debemos cuidar. Es por ello que deben tener en consideración, a la hora de abrir este debate, la existencia de discursos de odio y la desinformación que crean miedo y confusión en la ciudadanía. También deben incluir en el debate la objeción de conciencia y cómo funciona en el acceso a la salud pública, y asumir que hoy existe una violencia estructural e institucional a la hora de la atención en salud para las mujeres, niñas y jóvenes. Y deben propiciar la igualdad y el respeto en la atención médica.
Los medios de comunicación deben propender a que la información llegue a las personas. No pueden negarse a discutir esta ley utilizando argumentos morales o religiosos pues con ello atribuyen miradas y argumentos particulares al común de la ciudadanía, sin asumir las diversas experiencias, posturas, relatos y vivencias de las mujeres en la historia de sus procesos reproductivos. Por tanto, la invitación es a abrir el debate sin miedo sobre esta demanda histórica de las mujeres. No se trata de desviar la mirada del acontecer político, sino de dar respuesta a una solicitud que dignifica la salud de las mujeres.
Para finalizar, creo que a esta discusión se deben sumar las voces de expertos/as. La opinión personal no es suficiente a la hora de discutir una política pública en Derechos Sexuales y Reproductivos. Es responsabilidad de los medios entregar una información veraz y con datos para las audiencias, y no solamente juicios y opiniones sesgadas que no ayudan al debate de fondo. En este sentido, destaco el trabajo del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, de directoras/as de escuelas de Obstetricia de diferentes casas de estudios en Chile, de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres y de la Corporación Humanas, entre otras.
*Cristina Añasco Hinostroza, periodista y magíster en Arte, Pensamiento y Culturas Latinoamericanos, es integrante de la Red de Periodistas y Comunicadoras Feministas de Chile. Esta columna de opinión fue publicada en el periódico en línea de Los Lagos, El Sureño, el 2 de junio de 2025 (www.elsureno.cl)