Conversamos con Andrea Abarca, estudiante de medicina, militante del Frente Amplio (FA) y recién electa presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach). Su lista, Nuevos Horizontes, integrada por frenteamplistas e independientes, triunfó en el balotaje este pasado 15 de julio con más del 60% de las preferencias. La Feusach se convierte, así, en la primera federación encabezada por el Frente Amplio en la Región Metropolitana.
¿Cómo definirías el proyecto político estudiantil de Nuevos Horizontes y qué elementos de este proyecto crees que conectaron con el estudiantado y los llevaron a ganar la conducción de la Feusach este año?
El proyecto Nuevos Horizontes empezó el año pasado. Vimos la falta de participación y la desconexión del estudiantado con sus representantes. Entendemos, eso sí, que la pérdida de confianza en la representación estudiantil es un proceso que se remonta a muchos años atrás y entendiéndolo de esta manera es que decidimos plantear un proyecto nuevo, con ideas orientadas a un trabajo más colectivo, buscando que los estudiantes puedan volver a creer en los representantes y en la política estudiantil. La baja participación es una de las problemáticas principales con la que nos hemos visto enfrentados en el movimiento estudiantil y a nivel país también. Lamentablemente se ha caído en la idea de solo estudiar, pasar los ramos, rendir, perdiéndose el sentido de comunidad, de compartir con nuestros compañeros, de ver la potencialidad de la vinculación de los estudiantes con las necesidades de su pueblo, y de su población y vecinos.
Pensamos que la política no es solamente opinar en un ampliado sino también generar comunidad, que eso es lo que se ha perdido desde la pandemia en la universidad. Esta pérdida de comunidad la hemos visto en todos los espacios; lo colectivo, el compartir, ha desparecido. Nosotros planteamos volver a generar encuentros de estudiantes, actividades deportivas, culturales, espacios donde la gente se pueda volver a encontrar haciendo cosas que le gustan que vayan más allá de lo académico o lo laboral. Antes de pasar a una discusión política más densa es necesario rearticular esta comunidad que nos dé piso para que los estudiantes puedan sumarse a la discusión política.
Durante los debates ustedes se pronunciaron por el fin del CAE y la condonación de la deuda por estudiar. ¿Qué opinan del proyecto de Financiamiento de la Educación Superior (FES) que propone el gobierno?
El proyecto de ley del FES es un paso importante dado que propone un financiamiento público y condonación de la deuda del CAE, dejando fuera a la banca. Sin embargo, no hay que olvidar que el objetivo final de esta lucha es lograr una educación gratuita, de calidad, libre de lucro, ya que es un derecho y tenemos que defenderlo. Entonces, creemos que el proyecto del FES tiene un problema de fondo. Plantea un nuevo modelo de financiamiento y parece que es solo una reestructuración de la deuda de cada estudiante. Es mejor que el modelo anterior, pero no soluciona la crisis actual y futura del financiamiento de las universidades del Estado y eso es lo que a nosotros nos importa.
Además, somos críticos especialmente respecto a cómo se construyó. El ministro habla de haber realizado diálogos sociales previos, pero nosotros nos preguntamos: ¿con quiénes? ¿Partidos políticos, empresarios o con algún estudiante? No hubo ningún tipo de instancia con federaciones estudiantiles; ese ya es un problema de origen. Se presentó el proyecto y no se tuvo diálogos previos con estudiantes para ver qué les parecía el proyecto y, desde ahí, hacer un trabajo colectivo.
Hablando de las universidades estatales, ustedes han sido los que más han avanzado en democracia triestamental. Tienen un consejo ejecutivo triestamental y un consejo superior triestamental. ¿Qué sigue para la democracia triestamental en la Usach?
A finales del año pasado se hizo un cambio del estatuto orgánico de la universidad que fue un gran hito. Se trabajó de manera triestamental y se incluyó representación estudiantil con derecho a voto en las distintas instancias. Tenemos el consejo superior que es el máximo órgano colegiado dentro de la universidad y es la primera vez que hay representación estudiantil dentro de este con un voto; y en las consejerías universitarias, consejerías de facultad, consejerías de departamento, aparte de tener voto, se puede participar en las elecciones de las autoridades. Pero también miramos en forma crítica este proceso porque una vez que se hizo el cambio de estatuto se realizaron las elecciones de manera bastante desorganizada y se establecieron limitaciones a la participación estudiantil. De todas maneras, nosotros desde el Frente Amplio hemos decidido participar de estas instancias. Tenemos una compañera que es parte de la consejería universitaria y ahora también del consejo superior que fue recién electo así que estamos muy contentos y esperamos poder realizar el mejor trabajo en pro del bienestar de nuestros compañeros y compañeras.
Mencionaste que ustedes también pueden participar en la elección de autoridades, pero no pueden elegir al rector ¿cierto?
No, y eso es un gran desafío que tenemos. Antes del golpe de estado, Enrique Kirberg, que era el rector, fue electo de forma triestamental. Nos gustaría volver a eso y está dentro de las demandas estudiantiles que se escuchan dentro de la Usach.Es uno de nuestros grandes desafíos. Es algo difícil de lograr, pero impulsaremos esta idea. La universidad no existe sin estudiantes y tenemos el derecho a poder elegir quiénes son nuestras autoridades.

La lista federativa Nuevos Horizontes se declaró feminista y, en este sentido, ¿cuáles son las principales problemáticas de género que han identificado dentro de la Universidad de Santiago y cómo planean abordarlas?
Dentro de la universidad ha habido grandes avances en las temáticas de género. De hecho, la universidad fue la primera en implementar la ley la de género, la ley 21.369, que es sobre protocolos de género, acoso sexual, violencia y discriminación, y que nació desde las demandas del mayo feminista de 2018. Pero, nosotros, a pesar de los avances que ha tenido la universidad, creemos que necesitamos también revisar los programas de estudio con perspectiva de género y tomar medidas para facilitar la conciliación entre el cuidado, el trabajo y el estudio porque, en general, somos las mujeres las que realizamos las labores de cuidado. Si bien en nuestra universidad y en otras se han implementado protocolos de género, esto no es suficiente. Se necesita una mayor fiscalización y que se incluya dentro de la acreditación este cumplimiento. Muchas universidades han implementado protocolos, pero nadie los fiscaliza.
Tenemos, además, hartas propuestas para generar una mayor conciencia sobre estos temas dentro de la universidad. Queremos realizar un congreso feminista estudiantil a nivel nacional y queremos hacerlo en nuestra universidad. Creemos que esto va a permitir compartir experiencias sobre cómo en las diferentes casas de estudio se han implementado los protocolos. Otra cosa que queremos, y está dentro de las propuestas, es agregar un electivo transversal de género y educación sexual integral a la malla curricular. En la Universidad de Chile, la Facultad de Ciencias Sociales tiene uno obligatorio. A nosotros nos gustaría poder implementarlo o empezar a impulsarlo para que en un futuro se pueda hacer de forma transversal en toda la universidad
Respecto al trabajo de cuidado que realizan muchas estudiantes, ¿qué propuestas tienen?
Valoramos la ley de cuidados impulsada por el Ministerio de la Mujer. Es un gran avance. Reconocer el cuidado como un trabajo es algo histórico. Pero existe una barrera al respecto dentro de las universidades que deben enfrentar las personas que cuidan. Se planteó el año pasado la creación de un protocolo para personas cuidadoras, pero no ha sido terminado. Queremos impulsar que se termine esto y poder llegar a algo concreto. No es posible que la universidad no se haga cargo de este tema. Es parte de su responsabilidad velar por el bienestar de sus estudiantes. Esto también es un tema de salud, es parte de la crisis de salud mental que existe en la educación superior.
La salud mental es un pilar fundamental dentro de nuestro plan de trabajo. No se trata, en este caso, solo de ampliar la cobertura de atención psicológica dentro de las universidades, sino de transformar las condiciones estructurales que hoy afectan el bienestar estudiantil. O sea, ir la raíz de estos problemas de salud mental. Queremos contribuir a crear espacios seguros, erradicar la violencia académica, exigir protocolos claros y vinculantes también con el caso de maltrato, y aumentar la presencia de apoyo psicosocial en todas las facultades.
Ustedes, como lista, ¿cómo entienden el rol público de las universidades estatales como la Usach y qué medidas proponen para desarrollarlo?
Como universidades estatales tenemos un compromiso con el país. La Usach, ex UTE, se ha caracterizado históricamente por asumir este rol, y como estudiantes y futuros profesionales debemos estar al servicio de Chile y su progreso. Somos una universidad del pueblo y eso implica una responsabilidad que no podemos eludir. Creemos que los trabajos voluntarios tienen una gran potencialidad para reafirmar esto. Se trata de que los estudiantes se vinculen con las poblaciones de forma más directa llevando la universidad a los territorios. Por ello, desarrollaremos trabajos voluntarios como federación; tenemos el objetivo de trabajar en la comuna de Estación Central y en regiones. Dentro de nuestro proyecto está crear una vocalía permanente, que funcione independiente de la federación, de trabajos voluntarios. Lamentablemente, después de la pandemia, se perdió la costumbre de los trabajos voluntarios y se retomaron el año pasado frente a los incendios que hubo en Viña del Mar, pero fue algo puntual. Nosotros queremos mantener los trabajos voluntarios como una forma constante de vinculación con el territorio.
¿Qué rol crees que deberían tener los estudiantes como sujetos políticos a nivel nacional?
Como estudiantes, históricamente, hemos sido sujetos de cambio y parte de las transformaciones del país. Yo creo que tenemos la responsabilidad de ser críticos sea cual sea el gobierno de turno. Yo soy militante del Frente Amplio desde hace muchos años, pero como directiva primero somos representantes estudiantiles. Ese es nuestro rol primordial: representar las necesidades de nuestros compañeros y compañeras. No tenemos ningún problema en criticar, cuando sea necesario, alguna respuesta del gobierno que sea insuficiente respecto a nuestras necesidades como estudiantes y, también, basados en lo que ha sido la historia de la federación y de la universidad, desde que fue la Escuela de Arte y Oficios de la Universidad Técnica del Estado, que siempre ha apoyado la lucha social de los más humildes de la sociedad.