En el marco de la Furia del Libro, feria que reúne a editoriales independientes y universitarias, se presentó el viernes 30 de mayo del presente año, el libro Beatriz Allende. Una vida revolucionaria en América Latina durante la Guerra Fría, de la autora inglesa Tanya Harmer. El libro fue editado por LOM y presentado por Faride Zerán y Celsa Parrau.
Celsa Parrau conoció y trabajó personalmente con Tati Allende, compartió con ella y con su marido Arnoldo Camú, el sueño de la revolución.
En su presentación, Paulo Slachevsky, representando a la editorial LOM, revela una amarga realidad. Las mujeres en la vía armada estaban invisibilizadas en esa época y el Partido Socialista después del golpe de Estado, las invisibilizó aún más.
Tati era la hija más cercana al presidente Salvador Allende, compartía la misma profesión que su padre, y quería cambiar el mundo y terminar con las injusticias sociales con las herramientas de esa época (la lucha armada); era la hija guerrillera de Salvador Allende, perteneciente al Ejército de Liberación Nacional en Chile (ELN) y comprometida heredera del legado del Che Guevara. Fue una de sus más fieles colaboradoras en el gobierno; habiendo sido nombrada como una de sus secretarias privadas, ayudó a formar la escolta armada de Allende y sirvió de enlace con Cuba.
Estuvo con su padre en La Moneda el 11 de septiembre, con un avanzado estado de embarazo. Se ve obligada a salir al exilio a Cuba y desde este país insiste, permanentemente, en ingresar clandestinamente a Chile para luchar junto a los compañeros que se quedaron en el país.
Al cumplirse un año del golpe de Estado, Beatriz, Tati, Allende envía un mensaje combativo y solidario al pueblo chileno:
Compatriotas: al cumplirse un año del golpe militar fascista que derrocara al gobierno constitucional de Chile, y a lo mejor de nuestro pueblo, asesinando al presidente Allende, hemos querido estar junto a ustedes para ser portavoz de un mensaje combativo y solidario para cada uno de los chilenos patriotas, mensaje que llegue a ti, trabajador del campo y la ciudad; a ti, mujer y joven que hoy vives horas de dolor, pero también de esperanzas.
Quisiéramos llegar a todos los compañeros presos en las cárceles y campos de concentración que han sufrido estos meses la barbarie y la represión por haber trabajado por una sociedad más justa, más democrática y más humana. Estar junto a los reprimidos y vejados que lucharon contra la dictadura militar; llegar a la mayoría de los hogares chilenos que hoy padecen de la cesantía, del hambre y de la persecución (…).
Saludar a aquellos que, con valor, heroísmo y abnegación, en las duras condiciones de la clandestinidad, se incorporan al vasto movimiento de la resistencia que derrocará a la junta militar, haciendo vivo el mensaje que nos legara el compañero presidente (…). (Mensaje de Beatriz Allende al pueblo chileno, periódico Granma, La Habana, septiembre, 1974)
Gran parte de la depresión de Beatriz fue por no poder volver a resistir y a continuar la lucha en Chile.
Tati Allende comienza a apagarse lentamente por múltiples factores: no es autorizada por el PS ni por el gobierno cubano a volver clandestinamente a Chile a combatir, que era algo que estaba en su esencia; a esto se agregan frustraciones emocionales, dolores físicos y fracasos políticos para unir a la izquierda chilena. Nada de esto le impide estar preocupada por sus dos hijos: ella escoge quien los criará y les brindará seguridades.
No logra recuperarse y decide terminar con su vida en octubre de 1977.
“Se durmió una sonrisa,
Se secó una esperanza,
Se detuvo una mano,
Se cansó una nostalgia.
¿Qué noches sin finales
inundaron tus sueños?
¿Qué nubes transportaron
esos vientos isleños?
Beatriz, Beatriz…”
Isabel Parra
En 48 años solo se han publicado dos libros acerca de su vida, el primero en octubre del 2017, a 40 años de su muerte: Tati Allende. Una revolucionaria olvidada (Pehuén Editores) del historiador Marco Álvarez Vergara y, en esta ocasión, el libro de Tanya Harmer.
Demasiado silencio, demasiado olvido, demasiado desconocimiento.
¿Por qué el mundo de la izquierda chilena no ha recuperado ni relevado la figura de Beatriz (Tati) Allende?
*Jacqueline Figueroa es profesora de Castellano, Orientadora Educacional y Vocacional, y magíster en Ciencias de la Educación.