Carlos Suárez
Un pequeño, aunque denso, libro del fallecido intelectual socialista Antonio Cortés Terzi, publicado el año 2000, contiene una posible explicación sobre lo que ha sucedido con el llamado “caso Hermosilla”.
En efecto, este “caso” puede ser leído como uno más de corrupción que imbrica al sistema de justicia con el poder político y económico, en una trama novelesca con todos los ingredientes imaginables, que sorprende a cada paso con nuevas revelaciones. Pero también puede hacerse una lectura distinta.
Ciertamente es un caso de corrupción grave, pero lo interesante e inquietante es que puede ser no solo eso sino, además, una expresión de la forma en que verdaderamente se organiza y funciona el poder en Chile. Más que una perversión o una anomalía del sistema, ser el sistema mismo. Y lo que ocurre es que hemos tenido la oportunidad inédita de ver la parte sumergida del iceberg del poder en Chile.
Es lo que Cortés Terzi, en el libro mencionado, llamó el “circuito extrainstitucional del poder”. Aunque la tesis original merece una actualización y nuevos desarrollo, contiene la esencia de lo que estaría en la base del “caso Hermosilla”: la democracia, con sus instituciones y procedimientos, constituiría solo la parte visible de la conformación y del ejercicio del poder, pero, al lado o por debajo de esta, existiría un denso tejido de poder, invisible a los ojos de la ciudadanía, por cuyos conductos se decidirían aspectos fundamentales para la vida del país.
En ese libro, inencontrable a estas alturas, Cortés Terzi pone el énfasis en aspectos estructurales, en los que se mezclan procesos propios de la sociedad contemporánea (globalización, complejización técnica del gobernar, debilitamiento del Estado como garante de un cierto “bien común”, “lentitud” de la democracia) con aspectos propios de nuestra transición que dejó funcionando “poderes fácticos” (militar, económico, eclesiástico). La lucidez de la tesis original radica en que postula que estaríamos frente a algo más profundo que unos resabios del poder autoritario y que el fenómeno persistiría en el tiempo.
Este circuito extrainstitucional del poder habría dado origen a un nuevo actor: un “tecno-político” (no un tecnócrata) que se movería entre los intereses públicos y privados; un operador de alto nivel, a veces bajo la forma de empresa de comunicaciones o bufete de abogados como fachada de un lobby opaco y soterrado. El poder de este nuevo sujeto político, obviamente, no emergería de la soberanía popular, sino de la capacidad de representar con eficiencia al poder económico dentro del poder político.
El “caso Hermosilla” tiene la particularidad de visibilizar que este circuito extrainstitucional tiene un pie firme en el sistema de justicia (jueces, fiscales, ministros de la Corte Suprema) y que no solo actúa imbricando la política con el poder económico, sino también poniendo a salvo judicialmente una relación que de tanto en tanto traspasa los límites legales. O más bien que los negocios, los buenos negocios, no pueden hacerse sino al margen de la ley o saltándosela (colusiones de precios, cobros indebidos como las Isapres, evasión de impuestos, etc.).
Para dar esa protección judicial se requiere, por tanto, influir en los nombramientos del Poder Judicial en sus distintos niveles y, a partir de ello, construir una red de favores que, más temprano que tarde, habrán de cobrarse bajo la forma de fallos, resoluciones judiciales o composiciones de las salas del Poder Judicial, con las consiguientes milagrosas absoluciones en algunos casos.
Sería un error leer y entender el “caso Hermosilla” solo como el caso de un grupo de empresarios y abogados capaces de corromper a funcionarios e instituciones públicas en favor de sus intereses, sin ver que en el fondo lo que aquí ha quedado al descubierto es una forma de estructurar el poder, y actuar desde él, en Chile.
En este sentido, podrá condenarse a Hermosilla y podrán caer algunos funcionarios públicos, como ya lo hizo el director de la PDI, y quizás algunos fiscales y jueces, pero no por ello el circuito de poder extrainstitucional desaparecerá.